domingo, 7 de noviembre de 2010

El tiempo

¿Qué es el tiempo? ¿Realmente existe? ¿Es producto de la mente del hombre?

Desde el comienzo de los tiempos, es decir, desde el Big Bang, el universo se ha ido expandiendo hacia el infinito. Esta expansión ha creado un movimiento y para  poder recordar lo que hemos vivido decidimos llamarlo TIEMPO. Pero, por suerte o por desgracia, ese movimiento jamás será perpetuo. Debe llegar un momento en el que deje de expandirse para producirse una contracción llamada Big Krunch.

Bueno, que me voy por las ramas. El tiempo es algo creado por los humanos para poder controlar sus vidas y saborearlas hasta el último instante. Sin embargo, esa creación se ha vuelto en nuestro peor enemigo. Vivimos agarrados a ese "cacharro" llamado reloj.

Muchas veces estamos esperando algo y vemos como todo transcurre con mucha lentitud, eso sobre todo pasa en las edades más infantiles. Deseamos ser mayores que el tiempo avance: para que venga tu cumpleaños, vengan los reyes o alguna fecha marcada. Por el contrario, cuando llega ese momento tan deseado el tiempo parece que recupere una fuerza mayor y acelere para dejarnos con la sensación de haber perdido una gran oportunidad, o de no haberla sabido disfrutar.

Hay un tipo de persona que tiene dominado el tiempo, y ya con esto respondo al blog de Pablo. Son esas personas que saben apreciar los pequeños placeres de la vida, y aprovechan cada segundo de su vida sin necesidad de grandes cosas y alegrándose cada mañana de poder ver amanecer.

Os preguntaréis lo siguiente: "¿Por qué has escrito sobre el tiempo?" Pues muy sencillo hace un par de años que no uso reloj y al tener que volver a utilizarlo, por motivos profesionales, he notado como una cadena se me ha incrustado en  la muñeca para aferrarme a un mundo con prisas. Ahora ansío más el poder irme a un "retiro" y que por unos meses, o días, desaparezca el tiempo.

7 comentarios:

  1. Interesante. Creo que haré una entrada contestándote. Mañana o pasado la publico. Saludillos blogueros.

    ResponderEliminar
  2. Yo también te contestaré. No es un tema del que sepa hablar muy bien, pero bueno, lo intentaré.

    ResponderEliminar
  3. Ahora entiendo por qué siempre eras impuntual!! Se debía a que no tenías reloj!! Haberlo dicho antes! xD

    Es broma, me ha gustado mucho la entrada.
    Dijiste que no habías entendido la película pero...vaya si te ha dado qué pensar eh? Tanto que has escrito tanto en el tuenti como en el blog sobre ella.
    ¿Estás seguro de que no la has entendido? ;)

    Leti

    ResponderEliminar
  4. te estoy dejando mi primer comentario como blogera aunque ya te firmase ayer. Es una mera prueba de que he conseguido hacer todos los pasos bien xD

    ResponderEliminar
  5. Entrada respondida http://papabloblo.wordpress.com/2010/11/10/hermanamiento-bloguero/

    ResponderEliminar
  6. Leyendo tu nota recordé esto q leí una vez...


    Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj

    Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.
    Julio Cortázar

    ResponderEliminar