Sí, sé que llevo dos entradas seguidas...pero entendedme, con la visita de mi primo Luis no tuve tiempo de escribir la Green Week, bueno su final, y tenía que escribirlo.
¡Se acerca el invierno señores! Ya ha nevado un par de días en Haugesund, he tenido que cambiar mi chubasquero por mi abrigo de invierno y las zapatillas impermeables por las botas. Cada día anochece antes y cada vez hay menos horas de Sol...deseadme mucho ánimo porque tantas horas de oscuridad no me hacen la vida más fácil (son las 17.00 y está anocheciendo).
Me he planteado como poder hacer esta entrada...si hacerlo más "épico" o como siempre y creo que voy a hacerlo algo más "épico"...también puede llamarse friki, pero bueno quedará más bonito. (Voy a ponerme BSO de pelis para motivarme, os recomiendo poneros la de la película del Rey Arturo, Gladiator o el Señor de los anillos para leerla)
El jueves llegaron refuerzos al Muro. Se unió a la guardia de la noche Luis Martínez Herrero y no sabía lo que le esperaba. Fui con Idoia a recogerle. Pekko volvía de una expedición por Desembarco del Rey (Toma ya xD) y nos había prestado su vehículo. Mientras lo sacaba de la cuadra el me gritó diciendome cuidado...pero me estaba gastando una broma...no sabe con quién juega ¬¬ ya me vengaré, ya.
Nuestra guardia estaba sufriendo grandes pérdidas, entre ellas una muy importante nuestro querido Jamón Serrano. Antes habían desaparecido Lord Lomo y Lord Chorizo. Sin embargo, por suerte, este gran refuerzo nos vino con ellos, incluido el Hermano de Jamón Serrano, y nuestras aliadas Chucherías.
Como pudo comprobar aquí el invierno se acerca. Cada día hay menos gente cerca del muro y eso nos obligaba a refugiarnos en cenas por la noche. Ese día, concretamente Leo pasaba la última noche y nos reunimos para comer todos juntos y despedirle. Así que, tras enseñarle a Luis los dominios del muro y que saboreara un poco de este pequeño lugar.
Al día siguiente tuvimos que levantarnos a las 7.30 para ir a recoger nuestras monturas. Teníamos una expedición hacia el norte. En esta expedición nos acompañaban Idoia, Iina y Adrián (el novio de Idoia). Y según cogimos nuestras monturas...empezó a nevar en la ruta que habíamos elegido. Fue un camino entretenido en el cual mi mapa me llevó por otra dirección y tuve que dar media vuelta porque me había perdido.
Llegamos a la ciudad de Bergen y estaba todo nevado. Parecía que nos iba acompañar mal tiempo en nuestra expedición y que estos norteños nos lo pondría dificil pero no fue así. Nos hizo un día soleado con todo nevado y subimos a ver la ciudad desde arriba para ver si todo iba bien y visitar los puntos importantes de la misión. Todo fue bien, yo perdí mi bolsa de monedas y me quedé preocupado pero por suerte me la había dejado en la montura...así que todo solucionado.
Llegamos a las 10, primero pasamos por el castillo de Vardatun para ver cómo haríamos la verdadera expedición del norte. El hermano Albert había cogido ya la montura para que pudieramos realizar la expedición, pero había un problema: el no podía dirigir bien su montura...tras un gran debate decidimos que yo seguía con mi montura y el con la suya. Así que quedamos a las 6.00 para salir rumbo a Odda y comenzar la expedición.
Luis y yo nos despertamos y preparamos las provisiones para el viaje y llenamos la mochila con cosas para irnos, a las 6.15 estábamos en Vardatun con Tania. Finalmente, nuestra compañía (Luis, Albert, Álvaro, Nacho, Idoia, Tania, Giovanni, Janire, Adri y yo), salió hacia Odda a las 6.30. El viaje fue cansado, los caminos estaban helados y nos encontramos con un ciervo, por suerte Albert lo vio y me lo pudo indicar perfectamente para que yo esperara. Paramos en una cuesta para descansar y el que tuviera que "cambiar el agua al canario" lo hicera.
Estuvimos en Odda y paramos para comprar víveres y poder seguir el viaje. Allí decidimos qué hacer si subir por el Glaciar o por el Parque nacional...yo pensaba que el Glaciar era sencillo y que no habría que hacer mucho esfuerzo así que no puse pegas a ir al glaciar... Sin embargo, cuando llegamos y vi...aquello...dije...en que hora no me he puesto otra ropa y he venido con vaqueros...
Decidimos subir...he de reconocer que yo lo veía una locura y salió mi vena tremendista...pero bueno había que seguir para adelante...pocos de la guardia de la noche han subido a un glaciar y lo han visto...yo tenía esa oportunidad así que seguí. Tardamos un par de horas en subir, tuvimos que pasar puentes y subir cuerdas (cuando subí la primera me dí cuenta que los guantes no estaban en mi mochila je,je que divertido). Pero una vez arriba...he de decir...que he visto algo increíble...mis ojos no podían mandar toda la señal al cerebro...ver eso que has visto en los libros de Geografía y ver que...la lengua tendría que ser más grande...no sé...era como...raro...(no soy Tolkien y no puedo describiros todo el valle)
Si la subida fue complicada, la bajada aún lo fue más. Los demás bajaron más rápido pero Tato y yo nos quedamos a esperar a Albert que estaba ayudando a Janire. He de reconocer que fue divertido. Yo me caí un par de veces y siempre miraba para atrás para ver si nadie se había dado cuenta pero siempre estaba Albert partiéndose de risa. Maldito.
Abajo estaban todos esperandonos y un poco enfadados porque yo no les había dejado entrar en calor al negarme a darles las riendas de la montura...pero bueno somos un equipo...el único que me dio más pena fue Giovanni que bajó corriendo y se lesionó...pero fue el que me dijo que tenia toda la razón del mundo.
Cogimos nuestras monturas y nos fuimos. Pero tuvimos que parar para discutir porque no sabíamos si ir a ver una Iglesia o la mayor cascada de Noruega. Decidimos ir a ver la cascada...El camino fue eterno...un camino muy pequeño en el que solo cabía una montura y por el que nos encontramos con un Monstruo (un camión que venía a tope) así que tuve que frenar mi montura y meterla en el lado. También un caballo suelto se paseó por el camino...
Cuando llegamos a la cascada tuvimos una gran sorpresa...Estaba congelada, elegimos la opción incorrecta...pero bueno...es lo que hay.
Volvimos al muro entre discusiones. Los de delante se quejaban de que yo iba muy despacio y querían que fueramos más rápido pero...el camino estaba helado y no se veía nada...no se podía hacer más...Al final llegamos a las 10 tras todo el día fuera de casa. Ibamos a salir por el Muro pero yo estaba muy cansado así que enseguida me quedé dormido; además, al día siguiente tenía que devolver la montura.
Como conclusión del fin de semana...ha sido muy cansado, no hemos parado pero ha merecido la pena explorar el muro...y tenía ganas de conocer algo más allá del muro...
Pero por otra parte...me quedan 7 semanas aquí..no es nada y el tiempo corre en mi contra...aun parece que fue ayer cuando me fui...pero...no...ya empieza el cuarto mes y en breves tengo 21 años...
Os despido con unas fotos de la expedición.
—¿Un hombre puede ser valiente cuando tiene miedo?
—Es el único momento en que puede ser valiente. (Bran y Ned Stark)

































