Es curioso, empiezo una entrada dejo los detalles más o menos redactados (entiéndase con esto solo el nombre del capítulo), la música seleccionada para ponerte manos a la obra, todo está en tu favor y, de repente, como si dejaras las rebanadas de pan tostándose, te vas y te olvidas de la entrada. Cuando vuelves, al cabo de los días, esa entrada ya no tiene ningún sentido.
Eso es lo que me ha ocurrido en estos días pasados, siempre ha ocurrido algo que me ha parecido más importante que escribir una entrada. Esto me provoca las siguientes dudas:
- ¿Cuál es la función del blog?
- ¿Es el momento del blog o ya tuvo su momento en Noruega?
- ¿La desgana se debe a que en Noruega tenía un final y en este momento no lo hay?
Sinceramente, ni idea. La primera no tengo ni idea; la segunda, no la he llegado a resolver; y la tercera, es lo más seguro que se deba a eso. Puede que le añada que cada día me vuelvo más reservado y que al saber que existen personas pendientes de esto prefiera no poner todo u omitir ciertas cosas. Reservarme ese espacio para mí, pero es inevitable crear muros en consecuencia.
(Miro la pantalla, miro el teclado, escucho música pero las ideas no fluyen. Sólo espero que tecleando, poco a poco, algo quede.)
En estos días no puedo evitar mirar al pasado, ¡qué difícil es lo contrario! Cada acto, cada gesto me han llevado hasta lo que ahora soy, para bien o para mal, y aquí me encuentro en el último sitio que me imaginaba estar, tras muchas aventuras, no entraba para nada en mis planes.
Bueno realmente ¿cuál era mi plan? Sinceramente creo que nunca he tenido plan todo ha sido, por así decirlo, donde el viento me lleve: África, Noruega, Inglaterra. Cada uno de estos sitios ha supuesto echarle un par de narices, confiar, saltar y decir "yo sigo para adelante caiga quien caiga" mientras me sentía como ese "joven" Bilbo, pensando en lo a gusto que estaba en mi "agujero".
No sé si lo he publicado antes pero si me repito mala suerte lo volvéis a leer, siempre he tenido envidia de mis abuelos, en general, y en particular de mi abuelo Julio (puede que porque sea al que más veces me he sentado a escuchar) con todas las de cosas que ha hecho, todos los viajes, idas y venidas. Siempre me he parado a pensar, y gracias a todo eso yo estoy aquí, si no hubiera saltado del tren (no es la mejor historia, pero imaginarme a mi abuelo volviendo de la guerra a Madrid, pasar por su pueblo, saltar e irse, me ha impactado de pequeñito) ¿qué miedo no?. Yo no sé si él desde su mente pensará que no ha conseguido lo que se propuso, tampoco se lo he preguntado, pero yo, en secreto, le admiro.
Bueno en realidad a los 4, pero shhh. Mi abuela Mercedes al cuidado de 8 niñas, mi abuelo Boni construyendo una piscina que dura hasta nuestros días, mi abuela Paquita siguiendo a su marido hasta donde fuera él y mientras cuidando a sus hijos. ¡Qué valientes!¡Qué poco les he agradecido su valentía! No penséis que es irónico porque es verdad, les quiero un montón y agradezco conocer a 3 de ellos y al cuarto por las cosas que me han contado en mi familia. Siempre he querido que mi abuelo me regale su diario. Je, je.
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¡Qué horror de entrada! ¡Qué caos! Esto es horrible, me gustaría ver todo lo que estoy escribiendo y borrando. En un papel se verían pocas letras y mucho tachones. Escribo un párrafo, lo borro, lo reescribo, lo vuelvo a borrar. ¡Oh, espera! Este me gusta...pues no, va a ser qué tampoco. ¡Normal que no tenga ganas de escribir ni un solo día! Esto es desesperante, las horas avanzan y yo sólo veo párrafos que parecen cogidos de un copia y pega,
Alguien ha cogido todas mis ideas las ha lanzado al aire y las ha ido cogiendo para ponerlas en sitios distintos. Eso me revienta, es una sensación de hasta aquí hemos llegado. Me dan ganas de coger el portátil y abrir la ventana y que experimente lo que es la caída libre. ¡Pero no! El ordenador no tiene la culpa, es esta falta de ganas de escribir de no saber qué decir, de no escribir lo que quería o lo que esperaba escribir porque no sé que escribir.
Es un poco frustrante, no lo niego. De aquí en adelante me replantearé si seguir con el blog o cerrarlo con un capítulo final. Estoy cansado de no saber escribir y de ponerme delante de la pantalla para no conseguir expresar lo que quiero.
Buenas noches
Paciencia que es la madre de la ciencia… después a repasar los numerales pues detrás del nueve, no viene el once… a no ser que el diez sea un capítulo VIP. Ánimo y reinvéntate como hace LEGO
ResponderEliminarEvidéntemente, es un capítulo que se ha perdido. Está puesto aposta :P
EliminarPues tú pensarás lo que quieras y, por supuesto, espero que hagas lo que quieras con el blog como con tu vida, pero a mi me has emocionado meloncete...
ResponderEliminarlei muchos post tuyos... y este me dejo pensando q acá el problema, parodiando un toque, es que no hay problema ¿? sino sera q t falta la pasión o el entusiasmo d cdo haces algo? o estas siendo feliz? =) aviaaanchiii!
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