sábado, 15 de septiembre de 2012

Las crónicas desde el Muro- Capítulo 13- Final del primer rotatorio

¡¡¡Hola a Todos!!!

Tengo en mente una entrada que va a ser...espectacular llevo dándole vueltas toda la semana. Va a ser distinta así que todavía la tengo en el horno y a puntito de salir. Pero como os digo, no será hoy.

Ayer terminé el periodo práctico en la residencia de ancianos Bjørgene. La verdad que ya había escrito sobre mi experiencia en las prácticas...y puede que no hubiera sido la visión más adecuada e incluso podría decir que era un poco negativa pero hoy, echando la mirada atrás, me he dado cuenta de que tampoco ha sido tan malo.

Es cierto que por las mañanas me costaba arrancar, andar todos los días una distancia de 4km no es plato de buen gusto, y que incluso algún día tuve que correr para poder llegar a tiempo. Por las tardes era más de lo mismo la diferencia es que podía dormir un par de horas más y descansar sin tener que levantarme a las 5.45 para salir, bueno quien dice 5.45 dice algún día a las 6.25 depende del juego de los 5 min. 

Es cierto que he hecho cosillas de enfermería, he podido sacar sangre algún día para las analíticas y, cómo a ellas les costaba, me pedían ayuda para llenar los tubos, pero también he dedicado más tiempo al paciente. Os preguntaréis que cómo he podido hacerlo si me hablaban en noruego...bueno, sencillo, hay cosas universales. Por suerte existe el lenguaje corporal y gracias a eso he podido pasar momentos divertidos, tranquilizarles. Aunque a veces, con la paciente con deficiencia visual, tuviera que recurrir a otros métodos como instinto o, lo que más rabia me daba, tener que pedir ayuda a la enfermera o auxiliar.

Por ejemplo: tenía una señora que al principio me daba miedo...era una señora que iba en silla de ruedas y me levantó el puño a la vez que lo agitaba. La primera vez dije: "Madre mía como está el personal" así que evitaba aparecer por su habitación pero luego dije: "¡Qué leches! Vamos a seguirle el rollo" Me dediqué a agitarle el puño, darle sustos, conducir su silla de ruedas como si fuera un coche...había momentos que no eran los indicados por su humor pero al rato verla como se reía y se fatigaba de la risa me animaba mucho.

Tenía al paciente español que me traducía cosas, me preguntaba por España. La verdad que la despedida fue la despedida más fría en mucho tiempo, pero no sé por qué me da que me echará mucho de menos. He de decir que si no fuera por él a lo mejor habría estado más, mucho más, aburrido y sus comentarios divertidos alguna vez me han salvado de mirar el reloj y quedarme dormido.

La verdad que llegó un momento que no sabía si estaba de monitor de campamento o de enfermero, así que decidí pensar que estaba de las dos cosas. Tenía que cuidar a mis pacientes como si fueran esos 10 niños de campamento que me dejaran bajo mi responsabilidad durante 4 semanas. Para ser sinceros, un poco más y les bailo el Achiqui-pum o les hago una velada ja,ja. Eso también me ha animado mucho, porque todo lo que tuviera que hacerles...se lo hacia con el cariño inmenso que creo que alguien debe poner en esta profesión a la vez que decía espero no tener a nadie cercano en esta situación, ni a mí porque es muy duro verte sin capacidad de moverte.

También he de agradecer que mi enfermera me llevara todos los días a casa de vuelta, si llego a tener que ir y volver andando a lo mejor habría llegado muy cansado. La verdad que ella ha sido un gran apoyo, me he sentido muy a gusto, he notado como ella ha confiado en mí plenamente y como si llevara allí toda la vida. En cuanto podía me dejaba solo haciendo las cosas o me llamaba para que hiciera algo, la verdad que en ningún momento me he sentido esclavo o utilizado, simplemente he aprovechado cada oportunidad que me ha dado y ver que ella entendía lo que es ser extranjero y no poder comunicarte ha sido muy importante. Por otro lado, decidí traerla algo de Alcalá, una sudadera. La verdad que es poco comparado con lo que ha hecho sin tener ninguna obligación así que cuando vi que no sabía como reaccionar y que me dijera :"cada vez que la lleve puesta o la vea me acordaré de ti" y terminar ese turno y ver que ya se la había puesto...fue como...no sé una sensación de Estoy haciendo las cosas bien.

Creo que echaré de menos la residencia, la gente que había allí, las risas simplemente por intuir de lo que estaban hablando, o que te preguntarán todos los días que si estabas a gusto y cuando les decías que sí ver si sonrisa. No sé, es difícil explicar todo lo que he vivido allí y también es verdad que lo echaré de menos.

La verdad que me he sentido un poco como J.D. en la serie de Scrubs y cada vez que llegaba allí me acordaba de mi primo cuando me dijo: "Carlos, yo creo que tú eres como J.D."

No sé que me deparará el hospital, seguro que será diferente pero no le tengo miedo así que iré a por todas e intentaré no sólo ver lo distinto si no lo bueno que tenga. Hay que ir a por todas, ¿no?

Bueno, un abrazo y mucho animo a todos. Os echo de menos aunque no lo creáis...pero tampoco mucho...que luego os creéis importantes.

"La peor prisión es un corazón cerrado"- Juan Pablo II





P.D.: He registrado, o eso creo, mi blog en un concurso así que os pediría que pasarais por la página   http://www.concursoblog.es/ y me ayudéis a pasar por lo menos la primera ronda que es por votación de la gente. Tenéis que buscar el blog en la categoría joven y el título es "Un viaje a ninguna parte y a todas"

1 comentario:

  1. carloss :)

    esperoo k yo disfrute tanto como tu en la resi y por lo mnos dejar el liston tan alto como segramnte tu lo abras dejao..
    no te preokupes por el hospital es bastnte parecido a españa y te adaptas muy rapido!
    ya t contre yo k tl las caminatas k solo pensarlo m muero.. jajajaj
    muxu pila!

    vaskita :)

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